Oración a la Virgen del Perpetuo Socorro

Oh Santísima Virgen del perpetuo socorro, tu nombre es inspiración de confianza para nosotros. Y al llamarte así, nos devuelves las esperanzas. En todo tiempo te llamamos madre del socorro, en todo lugar invocamos tu socorro, ante las dudas, las tentaciones, las dificultades y sobre todo en el trance de la muerte.

Madre amorosa, te pido que pueda yo acudir siempre a tus brazos. Porque sé que, si soy fiel al invocarte, tu eres fiel a socorrerme. Toma mis pensamientos y hazme volver a tu presencia cuando mi corazón pierda las esperanzas y la duda se apodere de mí. santísima madre, sálvame y ruega por mí en todo tiempo. Para que tu gracia me alcance y obtenga en oración virgen del perpetuo socorro, las esperanzas, amén.

Madre santísima, bendita entre todas, tú nunca nos abandonas, y cuando acudimos a ti siempre somos bendecidos. Madre amorosa tú no nos abandonas ni nos desprecias como lo hace el mundo. tu corazón humilde nos llena de gracia y amor, pues tú nos reconocen como tus hijos.

Madre misericordiosa, confiamos en tu misericordia y piedad. Bendícenos madre del perpetuo socorro, de tu hijo amado nuestro señor Jesucristo. Tu das aliento de vida y esperanza a quien te llama. Tu bellísimo nombre nos libra del lecho de muerte, María de los pequeños desamparados.

Madre eterna, te llamamos e invocamos tu nombre sobre nuestras vidas para adquirir las bendiciones del padre. ¡Apresúrate madre mía! eres mi amparo y fortaleza. Todas nuestras necesidades las ponemos en tus manos, y sabemos que nos bendecirás, en oración virgen del perpetuo socorro, amén. 

Virgen milagrosa, a ti venimos en oración virgen del perpetuo socorro, por los milagros que has manifestado en tus hijos, hoy creemos y confiamos en tu eterno poder. Tu nombre es sinónimo de confianza y esperanza. por eso lo invocamos ante nuestras dificultades.

Tu nombre nos da aliento de vida, y aunque a veces las cosas parecen imposibles para nosotros, para ti no lo es. Pues tú, obras con poder en escasez, en la pobreza y en la enfermedad. Virgen del perpetuo socorro, nuestras oraciones siempre son escuchadas y llegan al cielo inmediatamente.

Tus ruegos son un auxilio en medio del caos y con dulzura y amor eterno nos consuelan, nos ayudas y nos conduces la voluntad del padre. Anhelamos que tu nombre sea de hoy en adelante aliento de vida en esos momentos que más lo necesitemos, amén.

Madre del perpetuo socorro, nuestro señor Jesucristo encontró seguridad y amor en tus brazos. Y nuestro Dios omnipotente te concedió la misión de resguardar nuestros caminos. Te concedió el poder para librarnos del temor y cubrirnos con tu amor. Por eso, acudimos a ti en oración virgen del perpetuo socorro en busca de amor y seguridad.

Piadosa auxiliadora de los momentos más difíciles, libra mi alma de los tormentos, y de las penas eternas. También, a mis familiares, a mis amigos, bríndanos tu amor y tus cuidados en todos sus caminos.  Y que tu nombre virgen del perpetuo socorro los alcance en los días difíciles que enfrenten.

Amada virgen del perpetuo socorro en tus brazos estamos seguros y confiados. Y ese mismo que le demostraste a nuestro señor Jesús nos has dado a conocer a nosotros tus hijos, a quienes reconocemos como madre. A quienes te llamamos para orar en tu santa presencia, virgen del socorro, reina madre. Amén.