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Divina Oración

Salmos Para La Salud

poderosos salmos para la salud

Cuando pasamos por momentos de enfermedad, leer los salmos para la salud, es una de las mejores maneras para activar nuestra fe. Ya que es posible, que en esos momentos caigamos en desánimo y que el temor comienza a nublar nuestra fe. Al leer los salmos para la salud aumentará nuestra confianza en Dios. Así como la tenía el rey David.

Existen muchas maneras en las que podemos acercarnos a Dios. Pero es por medio de su palabra, que conoceremos las promesas de sanidad que Él tiene para sus hijos. Y en el libro de los salmos existen varios cánticos de alabanzas que hablan del poder sobrenatural de Dios, para sanar cualquier área de nuestras vidas.

A continuación, te presentamos algunos salmos para la salud en los cuales puedes meditar y orar para recibir la sanidad que tanto estás necesitando. Es importante que declares estas alabanzas en voz alta y con toda la convicción de que Dios puede sanarte.

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Compadécete De Mí

En el salmo 41 podemos ver como el rey David nos recuerda que cuando intercedemos por el que está débil. Dios se compadece e interviene de forma sobrenatural en nosotros, y nos libera de cualquier enfermedad que podamos tener. Además, ser generosos con nuestros hermanos nos dará la mayor felicidad y bienestar en nuestros días.

(Salmos 41:1-4) Bendito el que piensa en el débil; Dios lo librará en el día de la desgracia. El Señor lo mantendrá con vida; y lo hará feliz en la tierra. Y no lo dejará a voluntad de sus enemigos. Dios lo confortará cuando esté enfermo; lo alentará en el lecho del dolor.

No Olvides Sus Beneficios

salmos para la salud - no olvides sus beneficios salmo 103

Uno de los mejores salmos para la salud. Es la alabanza de David que encontramos en el salmo 103. Allí el salmista nos recuerda que debemos ser agradecidos por todo lo que Dios ha hecho en nuestra vida. Ya que muchas veces, tendemos a olvidar los beneficios de Dios en nosotros.

Recordar la fidelidad de Dios, abre nuestros sentidos espirituales, para ser capaces de agradecer tanto lo bueno como lo malo. Sabiendo que todo es permitido por Dios para nuestro bien. Esto sin duda, da lugar para que experimentemos lo nuevo de Dios en nuestras vidas.

(Salmos 103:1-5) Alaba alma mía al señor; que todo mi Ser alabe su santo nombre. Alaba alma mía al señor; y no olvides ninguno de sus beneficios. Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias. El salva tu vida del sepulcro y te llena de amor y compasión; Él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como las águilas.

El Señor Es Mi Roca

Al comenzar este salmo 28 notamos como David está totalmente confiado. tanto, que llamó a Dios roca mía, como lo que él anhelaba que fuese en su vida. En este momento David quería recordarle a Dios, lo que significaba para su vida. Ya que estaba pasando por una etapa de tribulación, en la que sentía que Dios lo había olvidado. 

y desde entonces, así fue como David lo tuvo presente en todas las etapas difíciles que enfrentaba. Y esto lo podemos ver en muchos de los salmos que él escribió en los que se dirige al señor como “roca mía”. Pues al dirigirse al señor como roca mía, está expresando su confianza y total dependencia en él.  

(Salmos 28:1-2) Señor roca mía, a ti clamo, no te desentiendas de mí. Porque si guardas silencio, yo puedo contarme entre los muertos. Oye mis súplicas cuando acudo a ti en busca de ayuda. Cuando alzó los brazos hacia tu lugar santísimo.

Me Sacaste Del Sepulcro

salmos para la salud - Salmos 30

El salmo 30 es preciso para leer en momentos de enfermedad. Se puede considerar como unos de los salmos para la salud más efectivo. Aquí vemos como David expresa la terrible situación en la que se encontraba, y como Dios lo rescato. Quizás el salmista pasaba por una dura enfermedad en la que estuvo al borde de la muerte, o cualquier otra terrible adversidad.

No obstante, estando en esta terrible situación de oscuridad, pudo ver la gloriosa intervención de Dios en su vida. Sacándolo del sepulcro en el que se encontraba, para colocarlo en un lugar espacioso y lleno de luz.

(Salmos 30:2-5) Señor mi Dios, te pedí ayuda y me sanaste. Tú Señor, me sacaste del sepulcro; Me hiciste revivir de entre los muertos.