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Divina Oración

Salmos para Alejar el Mal

Hoy hablaremos sobre los Salmos que se utilizan para alejar el mal. Los Salmos son una colección de himnos y oraciones que se encuentran en la Biblia. Muchas personas creen que estos Salmos tienen el poder de protegerlos del mal y de las energías negativas. En este artículo, exploraremos algunos de los Salmos más populares que se utilizan para alejar el mal y cómo se pueden recitar para obtener la máxima protección.

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Salmos para Alejar el Mal

Los Salmos son una parte importante de la Biblia y se utilizan en la tradición religiosa para orar y buscar protección contra el mal. A continuación, te proporciono varios Salmos que a menudo se utilizan con ese propósito:

  1. Salmo 23: «Jehová es mi pastor; nada me faltará.»
  2. Salmo 91: «El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente.»
  3. Salmo 27: «Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré?»
  4. Salmo 121: «Alzaré mis ojos a los montes; ¿de dónde vendrá mi socorro?»
  5. Salmo 34: «El ángel de Jehová acampa alrededor de los que le temen, y los defiende.»
  6. Salmo 18: «Jehová es mi roca, mi fortaleza y mi libertador; mi Dios, mi fortaleza, en Él confiaré.»
  7. Salmo 140: «Líbrame, Jehová, de manos del impío; guárdame de los hombres injustos.»
  8. Salmo 144: «Bendito sea Jehová, mi roca, que adiestra mis manos para la batalla, y mis dedos para la guerra.»

Recuerda que la lectura de los Salmos debe ir acompañada de una fe sincera y una intención positiva. También es importante entender el contexto espiritual en el que se utilizan y considerar buscar orientación religiosa o espiritual si sientes que estás enfrentando situaciones de mal o negatividad en tu vida.

Salmos para Alejar el Mal

Salmos para Proteger del Mal

Aquí tienes algunos Salmos que a menudo se utilizan para buscar protección contra el mal:

  1. Salmo 3: «Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza.»
  2. Salmo 28: «Jehová es la fortaleza de su pueblo, y el refugio salvador de su ungido.»
  3. Salmo 46: «Jehová de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob.»

Recuerda que estos Salmos deben ser leídos con fe y sinceridad, y puedes recitarlos o meditar en ellos como una forma de buscar protección y refugio contra el mal. También es recomendable acompañarlos con oraciones personales y actitudes positivas en tu vida diaria.