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Divina Oración

Parábola El Rico Y Lázaro

Parabola el rico y lazaro

La parábola el rico y Lázaro es una historia sencilla, pero a la vez profunda. Se encuentra llena de enseñanzas y revelaciones interesantes, no solamente para aquellas personas quienes la escuchaban de la boca de Jesús. Sino también para nosotros y futuras generaciones.

Nos enseña cómo debe ser nuestro andar en la tierra. Pero también nos revela en parte, cómo será la vida después de la muerte. Se trata de una historia que requiere de mucha atención e importancia. A través de ella podemos comprender cuál es la voluntad de Dios, para nuestras vidas.

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El hombre Rico y Lázaro

Había un hombre muy rico, que vestía la mejor ropa y ofrecía cada día la mejor comida. Había también un hombre llamado Lázaro, tan pobre que cada día se sentaba en la puerta de la casa del hombre rico, para calmar su hambre con las sobras que caían de la mesa. Hasta los perros llegaban y lamían sus llagas.

El hombre Rico y Lázaro

Un día, Lázaro murió y los ángeles del cielo lo llevaron al lado de Abraham. El hombre rico también murió, y fue enterrado. Fue llevado al lugar donde están los muertos, y mientras sufría mucho miró hacia arriba y vio de lejos a Abraham y a Lázaro sentado a su lado.

Entonces gritó: “¡Padre Abraham, ten compasión de mí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y refresque un poco mi lengua. ¡Estoy sufriendo mucho en este fuego!”.

Pero, Abraham le respondió al hombre rico: “Hijo, recuerda que en vida la pasaste muy bien, pero Lázaro sufrió bastante.  Ahora aquí, él recibe consuelo, mientras tu estas sufriendo mucho. Además, entre nosotros existe un abismo muy grande, nadie puede pasar de aquí para allá, ni de allá para acá”

Abraham y el hombre rico

Abraham y el hombre rico

Entonces el hombre rico dijo: “Padre Abraham, te ruego que envíes a Lázaro a casa de mi papa”. Para que les advierta a mis hermanos y ellos no sean enviados también a este lugar de sufrimiento. Pero Abraham dijo: “Ellos cuentan con los escritos de Moisés y de los profetas. Que obedezcan”.

El hombre rico respondió: “No, padre, eso no bastara, pero si un muerto va y les advierte, ellos cambiaran su forma de vivir. Abraham le dijo: “Si tus hermanos no escuchan a Moisés y a los profetas, tampoco escucharán a alguien que vuelva de entre los muertos”.

¿Qué nos quiere enseñar Jesús con la parábola “el rico y Lázaro”?

Que-Ensenanza-Nos-Deja-La-Parabola-Del-Fariseo-Y-El-Publicano

En la parábola “el rico y Lázaro”, Jesús muestra la situación de dos personas muy diferentes, antes y después de la muerte. Diferentes, no solo porque uno fue rico y otro pobre, se trata más bien de la diferencia de sus corazones.

Jesús dirigía esta parábola “el rico y Lázaro” a los fariseos, dejándoles saber lo que les esperaba después de la muerte. Ya que estos hombres eran personas de mucho poder y dinero, quienes, con sus vestiduras y recursos, mostraron ser buenos y justos. Pero la realidad es que menospreciaban a los pobres y vivían en desobediencia a Dios.

Dios ve los corazones

No importa si eres rico o pobre, lo que te hará alcanzar el reino de Dios no es lo que eres por fuera. Dios ve en ti lo que eres por dentro. Busca en nosotros corazones justos y limpios, llenos de amor por el prójimo. Es el primer mensaje que nos ofrece la historia “el rico y Lázaro”.

Vemos, como el rico disfrutaba cada día de buena comida, mientras dejaba a Lázaro tirado comer de las migajas. Vivía divirtiéndose a sus anchas, sin importar que este hombre se encontraba allí lleno de llagas y hambriento. Esta actitud mostraba que no tenía compasión ni amor por el prójimo.

Lázaro, aunque era un pobre hombre, hambriento y lleno de llagas tenía un corazón muy diferente al del rico. Por esta razón, la situación después de su muerte cambia para ambos.

Creer en la palabra de Dios es fundamental

La historia “el rico y Lázaro”, nos enseña que creer es el primer paso para obrar de acuerdo a la voluntad de Dios y alcanzar su reino. No esperes que Dios baje para acercarte a él, cuando él ya se ha acercado a ti por diferentes medios.

El rico le pidió a Abraham que mandase a Lázaro a decirle a sus hermanos lo que les esperaba después de la muerte. Pero Abraham se negó respondiendo, que si no escuchaban a Moisés y a los profetas tampoco escucharán a un muerto.

Dios no va a mandar a alguien después de su muerte, advertirte lo que hay después de esta vida. Él ya mandó a su hijo a predicar la verdad, verdad que hoy en día se encuentra escrita en la biblia. Y, además está siendo predicada por muchas personas alrededor del mundo.

Debemos arrepentirnos antes de morir

Si algo nos deja muy claro esta historia es que no hay segundas oportunidades. Una vez partamos de la tierra, no hay manera de alcanzar la salvación. Valora cada día de vida que Dios te da, porque es una nueva oportunidad de arrepentirte y cambiar de corazón.

Después que el rico y Lázaro murieron, fueron cada uno al lugar que le correspondía. El rico pidió a Abraham que mandara a Lázaro a refrescar su lengua porque estaba sufriendo en el fuego, pero esto no era posible.

Todo esto nos deja claro, que el momento de arrepentirnos y vivir bajo la voluntad de Dios es ahora. No sabemos cuándo moriremos, por lo tanto, no sabemos hasta cuándo tendremos otra oportunidad.