Oración Para un Hermano Fallecido

Padre amado, en este momento me acerco a ti con un corazón quebrantado, no tengo palabras para decirte. Este dolor tan grande por la muerte de mi hermano me invade, solo quiero pedirte por él. Recíbelo en tu Santo Reino Señor, perdonas todos sus pecados, ten misericordia de su alma.

Hazme saber que su alma descansa en paz, localízalo en tu misericordia Señor. Que cuando sea la hora de despertar e ir a tu trono, el entre con vestidura blancas amado Dios. Te ruego Señor que me des fortaleza y paz en estos momentos tan dolorosos para mí. Gracias Padre por nunca abandonarnos, sé que el alma de mi hermano fallecido descansa en paz. En el nombre de Jesús, amén.

Señor todopoderoso, me inclino ante ti, con un corazón quebrantado, destrozado y arrepentido para hacer esta oración para un hermano fallecido. Para que puedas dar consuelo a mi alma abatida en estos momentos, danos la fortaleza a la familia, paz y tranquilidad de mis padres. No permita que este dolor nos atormente.

Ayúdanos Padre amado a entender porque mi hermano ha fallecido, porque te lo llevaste. Hazme ver el propósito divino tras su partida, porque en estos momentos, mi corazón y mi mente no logran entenderlo. Libra mi corazón de la angustia, de la ira, el rencor, sobre todo líbrame de no pecar contra ti con mis pensamientos.

Solo tu Dios puede darle descanso a mi alma de este dolor que me embarga. Te pido Padre que cuides de mí, de mis padres y familiares. Dárdanos con tu preciosa y poderosa sangre envía ángeles alrededor de mi hogar y de mi familia. Perdona los pecados de mi hermano cuando esté ante el trono de justicia.

Dios bendito, ya hace tiempo te llevaste el alma de mi hermano, es por esto que te imploro en este momento. Te ruego que le des el descanso eterno. Perdóname por no haberle expresado cuanto lo amo, te lo llevaste muy pronto.

Gracias te doy Padre, porque a pesar de que me duele su partida, tengo la certeza y convicción de que ahora está en un lugar mejor. Creo que el alma de mi hermano está sentado a tu lado, allá en el cielo y sé que en algún momento nos volveremos a encontrar para nunca más separarnos.

Estoy confiado y agradecido porque lo hiciste una buena persona, gracias por el hermano que me regalaste. Perdona sus pecados y permite que su alma alcance la serenidad. Ten misericordia y que pueda alabarte y glorificarte junto a tus santos en la morada eterna. Gracias Dios, amén.