A medida que termina tu ayuno ante Dios, este es un buen momento para dar gracias y celebrar su bondad eterna. Recuerda mientras comes de nuevo para cenar con gratitud en tu corazón por su provisión en tu vida, y agradecerle por este precioso tiempo de comunión que has disfrutado mientras ayunas. A continuación encontrarás más de una oración para terminar el ayuno útil para esto.
Oración para finalizar el ayuno católico
Gracias por verter un nuevo refrigerio, paz y pasión en mi corazón mientras ayuno. Por favor, ayúdame a mantener este nuevo tesoro en mi corazón, mientras regreso a mis patrones normales de comer y beber. Por favor, recuérdame cada día tomar descansos reales de la normalidad de la vida y la comodidad de la comida, para que pueda volver a deleitarte con tu amor y tu verdad. Gracias por la comida y bebida que disfrutaré ahora. Este día celebro tu eterna bondad para mí. Amén.
Padre, en el nombre de Jesús, Tú eres mi Luz y mi Salvación; ¿A quien temeré? Eres la fuerza de mi vida; ¿De quién tendré miedo? Padre, me has dado los deseos de mi corazón, has escuchado y respondido mis oraciones. ¡A ti sea la gloria! Grandes cosas que has hecho!
Descanso en ti, esperando la manifestación de todo lo que necesité y te pregunté. Te agradezco por darme tu fuerza para enfrentar cada día de ayuno con vitalidad espiritual. Hoy rompo este ayuno como has dirigido. Te agradezco por esta comida porque está consagrada por Tu Palabra y oración. En el nombre de Jesús, Amén.
Padre, gracias por la sangre de Jesús que compró nuestra salvación. Gracias por poder ayunar por diversión, no por «ganar». Gracias al Cordero inmaculado y Su sangre derramada por nosotros , ¡no tenemos que hacer nada para ganar nuestra salvación! No tuvimos que ayunar para castigarnos y ganar algo contigo. ¡Pero tenemos el privilegio de ayunar para poder darte un festín!
Simplemente cenamos: para venir a la mesa y comer, sin costo, sin prerrequisitos además de aceptar tu regalo de gracia gratuito. ¡Disfrutamos nuestro tiempo contigo estos veintiún días! Ahora ayúdanos a continuar comiendo sin perder una pizca de nuestra intimidad contigo. Sin perder una pizca de nuestra sensibilidad y obediencia a Tu Espíritu. Amén.
¡Alabado seas, Señor mi Dios! Hemos hecho el Ayuno de conformidad con Tu orden y lo hemos roto ahora a través de Tu amor y Tu placer. Dígnate aceptar, oh Dios mío, las obras que hemos realizado en tu camino por el bien de tu belleza con nuestros rostros puestos hacia tu causa, libres de todo lo demás, excepto de ti. Concede, entonces, tu perdón sobre nosotros, sobre nuestros antepasados y sobre todos los que han creído en Ti y en Tus poderosos signos en esta Revelación más grande y gloriosa. Potente eres para hacer lo que elijas. Tú eres, en verdad, el Más Exaltado, el Todopoderoso, el Sin restricciones. Amén
Esperamos que las oraciones para romper el ayuno correctamente que te presentamos anteriormente, te hayan sido de mucha utilidad.