La mayoría de nosotros podemos identificarnos con al menos un poco de pereza en nosotros mismos. No hay nada de malo en tomarse un «tiempo de inactividad», relajarse después de un largo día, usar el tiempo para recargar y reflexionar sobre el día. Pero cuando sabemos que deberíamos estar en otro lugar, haciendo algo, tal vez recibamos un impulso del Espíritu para llevar a cabo una tarea, pero permanecemos donde estamos ociosos o indiferentes e ignoramos los impulsos, es decir, cuando necesitamos la exhortación.
Cuando este sentimiento se vuelve más frecuente, es hora de tomar alguna medida. ¡No te quedes quieto viendo pasar la vida, porque si lo haces, cuando te despiertes te darás cuenta de que perdiste oportunidades y momentos preciosos. Por ello, a continuación te presentamos más de una oración para dejar la pereza que te ayudarán a vencer la flojera y seguir adelante.
Oración poderosa para evitar la pereza
Por mucho que tratemos de ser positivos a diario, no hay forma de evitar esos días más desanimados y de pereza, cuando no queremos hacer nada y no estamos inspirados. Esta energía genera una parálisis generalizada, momentos en los que no queremos resolver nada. Seleccionamos unas oraciones poderosas para superar la situación.
Amado Señor, quítame todo sentimiento de pereza, hazme un trabajador en el nombre de tu padre, porque siempre trabajaré con alegría. Yo soy el único, oh mi Señor, que te miró fijando su esperanza en las maravillas de tu gracia y las revelaciones de tu generosidad.
No me dejes volver frustrado por la puerta de Tu misericordia, te suplico, hazme fuerte si desanimo o pereza, ni me abandones a aquellos de Tus criaturas que han repudiado Tu Causa. Amén
Señor Dios mío, entro en tu santa presencia en este momento para poner mi vida en tus manos. Señor, hago esta reflexión y veo que he sentido mucha pereza, un deseo de no hacer nada, y sé que esto no es tuyo. No quiero comer el pan de la pereza o postrarme sin hacer nada o querer hacer todo rápido y de manera incorrecta.
Creo que el Señor renueva mi fuerza y me da ganas de vivir y es por eso que levanto mi voz en este momento contra todo mal y digo: espíritu de pereza que está tratando de apoderarse de mi vida, ¡vete ahora! ¡No te acepto en mi cuerpo, desánimo, falta de fuerza de voluntad, sueño excesivo ahora deja mi vida! Pereza No acepto que me domines, no acepto que cuides mi día y te digo, ¡sal en el nombre de Jesucristo! y determinar que en mi vida
El Señor me hizo ganar, soy la obra de Dios para ser un ganador.Pero sé que tengo que hacer mi parte para que el Señor haga la suya. Tengo que levantarme y pasar por la adversidad, el Señor me ayudará en el camino. Tengo que levantarme y caminar, el Señor me ayudará en el camino. Entonces las cosas cambiarán, a partir de este momento: hago mi parte, con fe y confianza, me esfuerzo y hago lo mejor.
No acepto la pereza, no será sin impedimento para lograr la vida plena que Dios me ha reservado. Amén.