La Oración a San Nicolás de Bari es una plegaria que se dirige a este santo reconocido por su generosidad y devoción hacia los más necesitados. A través de esta oración, buscamos su intercesión para obtener su protección y ayuda en momentos de dificultad. San Nicolás de Bari es considerado el patrono de los navegantes, los marineros y también de los niños, y se le atribuyen numerosos milagros en respuesta a las súplicas de sus seguidores. Esta oración es una muestra de fe y confianza en su poderosa intercesión.
¡Oh glorioso San Nicolás de Bari! Tú, que con humildad y caridad seguiste los pasos de nuestro amado Señor Jesucristo, te ruego que escuches mis súplicas y que intercedas por mí ante el trono de Dios.
Tú, que en vida fuiste ejemplo de generosidad y entrega, te suplico que me ayudes a ser un instrumento de la voluntad divina. Enséñame a amar como tú amaste, a dar sin esperar nada a cambio y a perdonar de corazón a aquellos que me ofenden.
San Nicolás, protector de los necesitados y defensor de los humildes, te imploro que veles por aquellos que sufren, por los que están enfermos o solos, por los que no tienen qué comer o dónde vivir. Te ruego que mires con compasión a todos aquellos que atraviesan dificultades y que les concedas tu ayuda y consuelo.
También te pido, querido Santo, que ilumines mi camino y me guíes en mis decisiones. Dame sabiduría para discernir lo que es correcto y justo, fortaleza para resistir la tentación y paciencia para perseverar en la adversidad. Ayúdame a crecer en fe, esperanza y caridad, y a vivir según los valores del Evangelio.
San Nicolás, patrono de los marineros y protector de los niños, encomiendo a tu custodia a todos aquellos que navegan en los mares o se embarcan en grandes travesías. Cuídalos y protégelos de los peligros del agua y tráeles de vuelta sanos y salvos a sus hogares. Asimismo, te ruego que cuides de los niños, que los protejas de todo mal y les concedas una infancia feliz y saludable.
En este momento, te presento mis intenciones particulares y te pido que, si son conformes a la voluntad de Dios, las lleves ante su presencia. Que se haga siempre lo que Él desea y que mi corazón encuentre paz en sus designios.
Por último, te suplico, San Nicolás, que me des la gracia de vivir una vida santa y de alcanzar la gloria eterna en el reino de los cielos. Que en mi camino hacia la santidad, pueda contar siempre con tu intercesión y que, junto a ti, pueda alabar y adorar, por los siglos de los siglos, al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Amén.