La Oración a San Juan Pablo II es una bella invocación dirigida al querido Papa polaco, reconocido como un gran líder espiritual y defensor de la fe. A través de esta oración, se busca solicitar su intercesión ante Dios para obtener su guía y bendición en nuestras vidas. Con profunda devoción y confianza, los fieles acuden a él en busca de consuelo, fortaleza y esperanza. San Juan Pablo II se convirtió en un modelo a seguir para muchos, y a través de esta hermosa oración, se le rinde homenaje y se le pide su poderosa intercesión en nuestras necesidades y problemas.
te veneramos y te pedimos que intercedas por nosotros ante el trono celestial.
En este momento de oración, nos acercamos a ti con humildad y gratitud,
recordando tu vida de santidad y servicio a la Iglesia.
Tú, que desde tu juventud escuchaste la llamada de Dios
y te consagraste por completo a su servicio,
danos la gracia de escuchar y responder a nuestra propia vocación,
para que podamos seguir tus pasos en la entrega total a Cristo.
Tú, que guiaste la Iglesia con sabiduría y amor durante tu pontificado,
inspíranos a nosotros, tu pueblo, a vivir el Evangelio con autenticidad y valentía.
Ayúdanos a mantener nuestra fe en tiempos difíciles,
a perseverar en la oración y a defender la verdad sin miedo.
Tú, que experimentaste el sufrimiento y la enfermedad con gran dignidad,
danos la fortaleza para soportar nuestras propias pruebas y tribulaciones.
Enséñanos a ofrecer nuestros sufrimientos por la redención del mundo,
uniéndolos al sacrificio de Cristo en la cruz.
Tú, que amabas profundamente a María, nuestra Madre celestial,
enséñanos a amarla y a recurrir a ella en todas nuestras necesidades.
Bajo su protección maternal, confiamos nuestra vida y nuestra esperanza,
sabiendo que ella intercede por nosotros ante su Hijo amado.
Oh San Juan Pablo II, modelo de santidad y amor,
ruega por nosotros y por toda la Iglesia.
Ayúdanos a seguir tu ejemplo de santidad en nuestra vida cotidiana,
para que podamos ser testigos vivos del amor de Dios en el mundo.
Te pedimos, especialmente, que bendigas a nuestros sacerdotes y religiosos,
que los fortalezcas en su vocación y los protejas de todo mal.
Ayuda a los líderes de la Iglesia a ser fieles a la verdad y al mandato de Cristo,
guíales en el camino de la evangelización y la salvación de las almas.
Amado San Juan Pablo II, escucha nuestra plegaria,
llévala ante el trono de Dios y obtén para nosotros las gracias que necesitamos.
Que tu intercesión nos ayude a vivir una vida santa y a alcanzar la eternidad junto a ti.
Amén.