La «Oración a Los 9 Coros Angélicos» es una plegaria poderosa y venerada que invoca la protección y guía de los diferentes coros de ángeles, según la tradición católica. Cada coro tiene dones y atributos específicos que les otorgan una función única en la jerarquía celestial. Esta oración se ha convertido en una herramienta espiritual importante para aquellos que buscan la intervención divina y la conexión con el mundo angelical. A través de sus palabras, se busca obtener la intercesión y el apoyo de los ángeles para alcanzar paz, amor, sabiduría y bendiciones en diversos aspectos de la vida.
Oh queridos Ángeles, seres de luz pura y guías celestiales, os pedimos que estéis a nuestro lado en todo momento. Como almas en busca de la salvación, anhelamos vuestra compañía y asistencia en nuestra jornada hacia Dios. Confiadamente imploreamos vuestra ayuda, encomendando nuestras vidas a vuestra sagrada custodia.
Arcángeles, príncipes celestiales, embajadores de la Divinidad, os invocamos con fe y reverencia. Asistidnos en el combate contra el mal, fortaleced nuestras defensas espirituales y protegednos de toda forma de pecado y tentación. Guiad nuestros pasos por el sendero de la rectitud y la verdad, y apartadnos de los caminos que nos alejan del amor de Dios.
Queridos Tronos, custodios de la justicia divina, rogamos vuestra intercesión en nuestras vidas. Alzad nuestra voz ante el Padre y obtened para nosotros su misericordia. Guiad nuestras acciones para que podamos vivir en armonía con su voluntad, trabajando para el bienestar de nuestros hermanos y glorificando su santo nombre con nuestras obras.
Querubines, mensajeros celestiales de la sabiduría divina, imploramos vuestra guía en medio de la adversidad. Iluminad nuestras mentes con la verdad y disipad las dudas y confusiones que nos acechan. Soplad en nosotros el viento del Espíritu Santo, para que podamos discernir los designios de Dios y actuar en conformidad con su amor.
Serafines, criaturas encendidas de amor sagrado, anhelamos vuestra cercanía y fervor divino. Santo, santo, santo es el Señor, y deseamos unir nuestras voces a las vuestras en alabanza perpetua. En vuestra pureza e incesante adoración inspiradnos a amar de manera incondicional, como Dios nos ama. Que nuestras vidas sean un sacrificio continuo de amor y servicio a nuestro Creador.
Virtudes, pilares de la fortaleza y el poder divino, os suplicamos que nos revistáis con vuestra fuerza celestial. Ayudadnos a superar los obstáculos que se interponen en nuestro camino y dadnos coraje para enfrentar las vicisitudes de la vida. Imploramos el don de la paciencia para aceptar con gratitud los planes de Dios y la fortaleza para perseverar en su amor en medio de las pruebas.
Dominaciones, ejército divino para el gobierno de los mundos, os pedimos que nos ayudéis a ejercer nuestra autoridad de manera justa y bondadosa. Dadnos sabiduría y discernimiento para cumplir con nuestras responsabilidades terrenales y protegednos de la tentación del poder desmedido. Guiad nuestros esfuerzos para construir un mundo más justo y fraterno, donde reine el amor y la paz.
Principados, celosos defensores de la fe, imploramos vuestra protección en nuestra lucha cotidiana contra las fuerzas del mal. Alejad de nosotros toda forma de violencia, odio y división, y dadnos fuerza para ser testigos valientes del Evangelio. Interceded ante Dios por nuestras necesidades y mantenednos firmes en nuestra fe, para que podamos transmitir su mensaje de amor a todos los que encontramos.
Ángeles custodios, amigos y protectores personales, os pedimos que permanezcáis siempre a nuestro lado. Guiad nuestros pasos por el camino de la salvación y alejadnos de todo peligro físico y espiritual. Acompañadnos en nuestra vida diaria, inspiradnos en nuestra relación con Dios y mantenednos fieles a la iglesia y a sus enseñanzas.
Oh gloriosos coros angélicos, os suplicamos que aceptéis nuestros humildes ruegos y súplicas. Presentadnos ante la Majestad Divina y obtened para nosotros las gracias y bendiciones que tanto necesitamos. Que vuestra intercesión nos conduzca hacia una mayor unión con Dios y nos lleve a la plenitud de la vida eterna. Amén.