Oración a Las 4 Esquinas» es una obra literaria que nos transporta a un mundo mágico y misterioso, donde la naturaleza y el ser humano se entrelazan en una danza de vida y muerte. A través de esta poesía, nos sumergimos en la belleza cruda y profunda de la existencia, explorando temas como el amor, la perdida, la fuerza interior y el significado de la trascendencia. Cada verso es un eco de emociones y pensamientos que nos invitan a reflexionar sobre nuestra propia conexión con el universo y el papel que desempeñamos en él.
Padre eterno, cuán maravilloso y grandioso eres tú. Hoy nos reunimos en tu presencia, en este sagrado lugar, para postrarnos ante ti y elevar nuestras oraciones. En cada una de las cuatro esquinas de este templo, imploramos tu guía, protección y bendición.
Desde la esquina noroeste, te rogamos, amado Padre, que nos ayudes a caminar con firmeza por el sendero de la fe. Líbranos de las dudas y temores que puedan obstaculizar nuestro encuentro contigo. Permítenos crecer en conocimiento y sabiduría, fortaleciendo nuestra relación contigo y con nuestros hermanos.
Desde la esquina noreste, te suplicamos, Señor, que nos muestres tu misericordia y perdón. Reconocemos nuestros pecados y fallas, y te pedimos que nos limpies de toda maldad. Ayúdanos a reconciliarnos con aquellos a quienes hemos ofendido y a perdonar a aquellos que nos han causado dolor. Permítenos vivir en armonía y fraternidad, imitando tu amor infinito.
Desde la esquina suroeste, te rogamos, Jesús, que nos concedas tu sanación y consuelo. Sabemos que hay muchos entre nosotros que están sufriendo, ya sea física, mental o emocionalmente. Te pedimos que extiendas tu mano milagrosa sobre ellos, llenándolos de alivio y restaurando su salud. Sé su fortaleza en los momentos de debilidad, su paz en medio de la tormenta.
Desde la esquina sureste, te suplicamos, Espíritu Santo, que nos ilumines y llenes de tu fuego divino. Que nos regales discernimiento y prudencia en nuestras decisiones diarias. Permítenos vivir en santidad, siguiendo tus enseñanzas y compartiendo tu mensaje de amor con todos los que nos rodean. Danos la valentía para ser testigos de tu verdad en medio del mundo.
Queridos hermanos y hermanas, unamos nuestras voces y elevemos nuestras súplicas a Dios en las cuatro esquinas de este lugar sagrado. Que nuestra oración sea como incienso que sube hasta el cielo, y que en cada esquina de nuestras vidas, podamos experimentar el poder de Dios, su amoroso abrazo y su divina presencia. Amén.