Oración a la Virgen Inmaculada

Virgen Inmaculada, pongo mi corazón en tus manos, para que sea transformado por tu divinidad. Siempre iluminas la vida de quienes se acercan y otorgas tu misericordia. Tu siempre nos sostienes con amor maternal y nos guías a lugares seguros. Virgen Amada confió que en tus manos puedo confiar mi vida, mis sueños y mis anhelos.

 En Oración Virgen Inmaculada, siempre acudimos sabiendo que nos escucharás y nos responderás. Pues cuando clamamos e invocamos tu santo nombre nuestra fe es restaurada y podemos ver tu gloria en nuestras vidas. Por eso, día y noche clamamos a tu santa y hermosa presencia Virgen Inmaculada, amén.

Virgen Santísima Inmaculada, queremos agradar tu santa imagen en esta hora. Por eso venimos delante de tu presencia para venerarte y bendecirte. Y, asimismo declarar tu bendición en cada área de nuestras vidas. Sabemos que tus ojos están puestos en tus fieles devotos y nos bendices cuando clamamos con fe.

Bendita Madre Inmaculada defensora de los pecadores. Tú quebrantaste la cabeza del enemigo, desde el mismo momento de la concepción de nuestro señor. Ten presente nuestra Oración Virgen Inmaculada y nunca apartes tu mirada de los tuyos, que la bendición de nuestro señor Jesús hoy sea derramada en mi vida y en mi familia. Amén.

Virgen Amada, madre de Dios y madre nuestra, queremos agradecer en esta hora. Por la bendición, la sanidad, la provisión que nos has dado. Siempre has estado atenta a nuestras súplicas, a nuestros llantos. Vienes con tu amor maternal a darnos consuelo cuando estamos desanimados.

Te agradecemos en oración virgen inmaculada, por ser nuestra defensora ante el pecado. Por refugiarnos y guiarnos a la voluntad de nuestro señor. te damos gracias por fortalecernos y darnos esperanzas en medio de la dificultad. Te agradecemos también, por tu comprensión y fidelidad cada día, madre inmaculada, Amén.

Santa Virgen Inmaculada, madre nuestra, en el día de tu celebración no vengo solo. Vengo con todos aquellos que tu hijo me ha confiado en esta hermosa ciudad Roma y el mundo entero. Para que tú les bendigas y les des protección ante el peligro.  Traigo a los niños, especialmente a los que han abandonado que son engaños.

Asimismo, presentó a las familias que tratan de salir adelante ante la vida y la sociedad. A las que tienen dificultades, problemas internos y externos. Te presento también a hombres y mujeres trabajadores, que desempeñan trabajos indignos por necesidad. Y a los que, el trabajo los ha consumido y controlado.

Pedimos tener tu mirada y encontrar la capacidad de mirar a las personas con respeto y reconocimiento, sin desinterés, egoísmo o hipocresías. Necesitamos tu corazón inmaculado para amar de forma gratuita, con sencillez y sinceridad, sin máscaras ni maquillajes.