La «Oración a Abundia, el Ángel de la Abundancia» es una plegaria que se utiliza para invocar y solicitar la intervención de este poderoso ser celestial en nuestra vida. Abundia es conocida como la guardiana de la prosperidad y la abundancia, y se le atribuyen poderes para atraer la riqueza material y espiritual. Esta oración es una forma de conectarnos con su energía positiva y pedir su ayuda para potenciar nuestras oportunidades de éxito y bienestar.
te presentamos nuestra humilde oración a Abundia,
el ángel de la abundancia.
Con fe y esperanza, acudimos a ti,
buscando tu bendición y tu gracia divina.
Abundia, ángel de la abundancia,
intercede ante nuestro Creador,
para que derrame sobre nosotros
su infinita generosidad y prosperidad.
Te rogamos que nos ayudes a recibir
los dones y bendiciones que Dios tiene reservados para nosotros.
Oh Abundia, ángel de la abundancia,
te suplicamos que nos ayudes a superar
nuestras limitaciones y obstáculos.
Ilumina nuestro camino con tu sabiduría divina,
y guíanos hacia la plenitud material y espiritual.
Confiando en tu poderosa intercesión,
te pedimos que desatas tus dones de abundancia
sobre nuestras vidas y sobre todos aquellos
que necesitan tu ayuda en este momento.
Líbranos de la escasez, la preocupación y el temor,
y enséñanos a confiar en la providencia divina en todo momento.
Abundia, ángel de la abundancia,
te pedimos que nos ayudes a ser buenos administradores
de los recursos que Dios nos ha confiado,
para que podamos compartir generosamente
con los demás y contribuir al bienestar de nuestra comunidad.
Fortalece nuestra fe en la abundancia divina,
y ayúdanos a reconocer y valorar
todas las bendiciones que ya hemos recibido.
Permítenos vivir en gratitud y ser conscientes
de las infinitas manifestaciones de prosperidad que nos rodean.
Encomendamos nuestras vidas y nuestras necesidades
en tus amorosas manos, Abundia.
Confiamos en tu ayuda y en el amor de Dios,
sabiendo que nunca nos abandonarás.
Por último, te pedimos que nos guíes
en el camino de la verdadera abundancia,
que no solo se trata de posesiones materiales,
sino de una conexión profunda con Dios,
el Creador de todo lo que existe.
Te agradecemos, oh Abundia,
por tú constante presencia en nuestras vidas,
y por escuchar nuestras oraciones.
Amén.