Cuando leemos las cartas del apóstol Pablo hacia las iglesias, podemos ver un principal problema con las iglesias, y es la mente. Pero ¿Por qué? Acompáñame durante esta Predica Cristiana para descubrir el verdadero poder de la mente en nuestra vida.
Hay tres factores en nuestro cuerpo que debemos cuidar como hijos de Dios y son: La mente, los pensamientos y el corazón. A continuación, conoceremos la descripción de cada uno de estos factores. Luego explicaremos como todo está relacionado con el poder de la mente.
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¿Qué es la mente?
Lo primero que debemos saber es que tenemos un mal concepto de la ubicación de la mente. Siempre hemos creído que se encuentra en la cabeza, en la frente… Pero científicamente la mente no tiene un lugar definido.
Podemos decir que la mente se encuentra dentro de la cabeza junto con el cerebro, pero también podemos creer que se encuentra justo con el corazón o con el alma. Lo que sí debemos de tener claro es que la mente, es el lugar donde nacen los sueños, los deseos, las creencias, etc.
(1 Corintios 2:16) Como dice la Biblia: «¿Quién sabe lo que piensa el Señor? ¿Quién puede darle consejos? Sin embargo, todos nosotros tenemos la mente de Cristo.
Este versículo nos enseña que cuando tenemos los sueños y deseos de cumplir con la palabra de Dios, entonces tenemos la mente de cristo. Si pensamos en hacer lo malo, si deseamos y soñamos con hacer cosas ilegales, inmorales que no le agradan a Dios, entonces no tenemos la mente de Cristo. Es importante conocer el poder de la mente ya que en ella nacen nuestros más profundos deseos, ya sean buenos o malos.
¿Qué son los pensamientos?
Los pensamientos si se encuentran en el cerebro, estos se encargan de procesar y planificar la realización de cada uno de los sueños, metas, proyectos y deseos que nacen en nuestra mente. Cuando en nuestra mente nace el deseo de crear una familia, empresa, etc. Los pensamientos comienzan a visualizar las posibilidades de cumplirlas.
Con los pensamientos también debemos tener cuidado, ya que, así como pueden ayudarnos a cumplir nuestros sueños. También pueden destruirlos, visualizando todos los peligros. Necesidades etc.
(Salmos 139:23)Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos;
Por esta razón debemos entregar a Dios nuestros pensamientos, y que sea él quien los ordene. Quien te ayude a canalizar las posibilidades para no perder la fe en cumplir ese sueño que él ha puesto en tu corazón.
¿Qué es el corazón?
El corazón es el factor más importante, y no por su función de bombear sangre a nuestro cuerpo. Sino porque es el encargado de darle vida a esos sueños y deseos que nacen en nuestra mente.
(Proverbios 4:23) Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida.
Con este versículo podemos entender mejor la importancia del poder de la mente, ya que, tu corazón es el que le dará vida a los deseos que nazcan en tu mente. Por esta razón debemos procurar tener la mente de cristo.
Si tenemos la mente de cristo, nuestros sueños y deseos serán justos, íntegros y de bien. Por lo que nuestros pensamientos se fortalecerán y nuestro corazón dará vida a algo bueno. De lo contrario, estaremos dándole vida a deseos corruptos, al odio, rencor, proyectos ilícitos, etc.
El apóstol Pablo se enfocó en predicarles esto a las iglesias. Porque él sabía que la raíz del problema venía de no tener la mente de Cristo.
¿Cómo obtener la mente de Cristo?
La mente de Cristo no la obtenemos solamente con asistir a los cultos de las iglesias, no la obtenemos ni siquiera luego de hacer la oración de fe. Para obtener la mente de Cristo necesitamos ir mucho más allá.
Muchas personas creen que, con hacer devocionales, leer la biblia y hacer oraciones, obtendrán la mente de Cristo. Pero no es así, ciertamente estas cosas te ayudarán a permanecer en su presencia. Pero para tener los mismos pensamientos que Cristo, sus mismos deseos y sueños, debemos ofrecer un sacrificio.
Pero, ¿acaso necesitamos sacrificar un cordero como en los tiempos antiguos? Por supuesto que no. El sacrificio que debemos hacer es el más difícil, para obtener la mente de Cristo debemos sacrificar nuestros propios deseos, nuestros sueños y pensamientos humanos y carnales.
Al sacrificar los deseos o voluntad de nuestra carne, de nuestra naturaleza humana, le estamos dando lugar al pensamiento de Dios, sus sueños, voluntad y propósito. Y no es nada fácil, quizás hubiéramos preferido sacrificar un cordero. Pero es necesario morir a nosotros mismo cada día para que Dios y su voluntad viva en nosotros.
¿Qué estás sacrificando ahora?
Debemos de ser cuidadosos y permanecer en la presencia de Dios. Para esto si es necesario la oración, los devocionales, leer la biblia y estudiar su palabra como lo estás haciendo ahora. Esto te ayudará a sacrificar los deseos de la carne y no los deseos del Espíritu Santo.
En ocasiones tendrás que sacrificar tiempo que dedicabas a hacer cosas inmorales, sacrificar amistades que te alejaban de la presencia de Dios y te incitaban a hacer lo malo. Recuerda siempre que tu cuerpo es un recipiente de talentos, de sueños, de habilidades. ¿Alguna vez te has preguntado a quién le dedicas todo eso? ¿En quién inviertes tu tiempo? ¿En qué inviertes tus talentos y habilidades? Es tiempo de sacrificar todo lo que no le dedicas a Dios.
Gracias por leer esta corta predica sobre el poder de la mente, esperamos que haya sido de bendición para tu vida. Si quieres leer más predicas, devocionales y oraciones visítanos en Predicas Redención.